Analizando el impacto de las ayudas sociales en Chile

El proyecto liderado por el Dr. Marco Ceballos –académico de la UNAB sede Viña del Mar e investigador asociado a la Universidad de París 1 Pathéon-Sorbonne– formó parte de un gran estudio comparativo a nivel latinoamericano financiado por la Agencia Francesa de Investigación. Los resultados de la investigación serán publicados próximamente en Francia en un libro colectivo tiulado “El gobierno de los pobres en América Latina. La policía del género”, ediciones Karthala – CHERPA.

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Por: Gabriel León

¿Cuál es la frontera entre ayudas sociales y derechos sociales? ¿Cómo transferimos a los beneficiarios sociales desde ofertas discrecionales y compensatorias (asistencia social) hacia regímenes de protección social basados en derechos sociales explícitos y garantizados (jubilaciones, vivienda, empleo, aseguramientos)? Estas preguntas son algunas de las interrogantes que el Dr. Marco Ceballos aborda en su investigación, la que forma parte de un análisis a nivel latinoamericano sobre oferta asistencial y condiciones de género.

El Dr. Ceballos explica que “el escenario de las políticas sociales es hoy más complejo que hace veinte años: ha aumentado la fragmentación de las intervenciones estatales y al mismo tiempo se promueve la intersectorialidad del Estado. Ha aumentado el rol social activo del Estado a la vez que se ha fortalecido la provisión privada de servicios sociales básicos. Chile requiere de una reingeniería y de un amplio debate acerca del modelo de política social que le permita dar coherencia, aclarar definiciones y proyectar en el tiempo acciones tendientes a garantizar pisos de derechos sociales que no dependan de las voluntades de coaliciones en el poder, sino que de lineamientos de Estado dentro de marcos republicanos.”

El Dr. Ceballos expone que “en las últimas dos décadas, tanto las políticas sociales basadas en derechos y obligaciones explícitos (como salud, previsión social, educación, etc.) como aquellas de orden asistencial o compensatorio (Chile Solidario, Ingreso Ético Familiar, Bonos, etc.) han crecido significativamente en nuestro país. Sin embargo, no sólo no han resuelto los problemas centrales sino que más bien los han hechos más complejos. Por ejemplo, las desigualdades de género siguen siendo un problema crítico en el acceso a derechos sociales.

“Eres ciudadana de segunda clase…”

¿Cómo ha impactado la inflación de las políticas asistenciales en la ciudadanía sociales de las mujeres? El Dr. Ceballos comenta que “las mujeres son las principales beneficiarias de las políticas de asistencia social (por ejemplo, las políticas de bonos), a diferencia de las políticas de protección social contributivas basadas en derechos adquiridos que benefician más a los hombres. Por ejemplo, en Chile se observan bajas tasas de participación femenina en el empleo (sólo Cuba y Honduras detentan peores indicadores a nivel de América Latina) y por ende baja participación en los beneficios sociales asociados al empleo (jubilaciones, salario fijo, regulaciones). Esto hace que el Estado se aboque a dirigir hacia ellas acciones de corte residual y compensatorio; la persistencia de una cultura machista o regímenes patriarcales en Chile –a pesar de los procesos de modernización cultural experimentados en las últimas décadas– hace que las mujeres, sobre todo en niveles socioeconómicos bajos, ocupen “naturalmente” roles domésticos y de subordinación masculina (respecto de parejas y maridos, pero también respecto de padres e hijos hombres), encadenando a las mujeres a regímenes de vida incompatibles con los horarios, dinámicas y otras exigencias del mercado laboral formal; por los motivos anteriores, estamos en presencia de una baja capacitación o formación laboral de las mujeres, que en la práctica se traduce en acceso al trabajo en condiciones de alta precariedad, operando como factor de exclusión y de consolidación de regímenes de pobreza.”

“…la persistencia de una cultura machista hace que las mujeres, sobre todo en niveles socioeconómicos bajos, ocupen ´naturalmente´ roles domésticos y de subordinación masculina (respecto de parejas y maridos, pero también respecto de padres e hijos hombres),encadenando a las mujeres a regímenes de vida incompatibles con las exigencias del mercado laboral formal.”

El Dr. Ceballos agrega que “todo lo anterior da como resultado que las políticas de asistencia social en Chile se han robustecido como un mecanismo para compensar la exclusión de las mujeres de la economía formal, incluso sabiendo que son las mujeres quienes cargan con el cuidado de ancianos, niños, personas con discapacidades y enfermos. En ese sentido, la literatura subraya la instrumentalización de las mujeres pobres por parte del Estado y la sociedad, como forma de lograr efectos deseados por las políticas públicas como el mejoramiento de las condiciones de vida de los sectores más pobres de la sociedad. Entonces, es difícil decir que estas políticas han fomentado o fortalecido la condición de ciudadanía de las mujeres, entendida como un estatus de participación plena en el sistema de derechos y deberes sociales: más bien han configurado una noción de ciudadanía nueva e instrumental, en el sentido de una ciudadanía femenina pobre de segunda clase, cuyo reconocimiento social por parte del Estado y la sociedad se da de manera limitada y en función de la utilidad que estas mujeres tienen para objetivos de mejoramiento de la calidad de vida de sus hijos, ancianos y enfermos. La ciudadanía femenina en Chile está supeditada a una asignación discriminatoria de responsabilidades sociales entre hombres y mujeres, y eso es particularmente severo en sectores de nivel socioeconómico bajo.”

Pasado, presente y futuro de la ayuda social

¿Cómo se puede evaluar el efectos de las políticas sociales? El Dr. Ceballos señala que “no hay en Chile estudios científicamente fundados que demuestren que las políticas de asistencia social tienen efectos significativos en el mejoramiento de la calidad de vida de los segmentos pobres. La literatura comparada latinoamericana muestra, más bien, que son otros los factores que explican la disminución de las tasas de pobreza e índices de desigualdad socioeconómica en determinados períodos recientes: los procesos de urbanización y la migración campo-ciudad, el trickle down effect (el famoso “chorreo” económico), o el aumento del salario mínimo. Eso lo constatamos claramente en Chile a principios de los años 1990, cuando la pobreza disminuyó en casi un 50% gracias a esos tres procesos. En suma, el avance en materia de políticas de ayudas sociales es cuestionable más allá de una elevada tecnificación de sus procesos de medición de necesidades y de asignación de ayudas, así como de la instalación de discursos convencionales que atraviesan a todos los países del mundo. El principal impacto de las políticas de ayudas sociales en Chile, como en el resto de la región latinoamericana, debe cifrase políticamente; varios estudios muestran la incidencia de los programas de ayudas sociales en procesos electorales y en la construcción de consensos sociales mínimos de bienestar.”

Para mayor información, escribir a [email protected]

 El Dr. Marco Ceballos es académico e investigador de la Escuela de Sociología de la Universidad Andrés Bello en la sede de Viña del Mar. Además es Investigador Asociado del Institut D’Études du Développement Économique et Social (IEDES), Universidad de París 1 Pathéon-Sorbonne y del Grupo de Trabajo sobre “Pobreza y políticas sociales” del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLASCSO).
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