Investigadores de la U. Andrés Bello participan en secuenciación del genoma de la uva sultanina

El trabajo, realizado 100% en Chile; permitirá en el futuro tener nuevas herramientas para mejorar la calidad de la uva de mesa más exportada por Chile.

Un equipo interdisciplinario de investigadores chilenos alcanzó un hito histórico en el ámbito de la ciencia: analizaron y describieron el genoma de la uva blanca sin semilla más importante para Chile, la variedad Sultanina, ícono de las exportaciones de fruta de Chile.

OLYMPUS DIGITAL CAMERAEste avance científico se publicó en la revista científica BMC Plant Biology, y además de secuenciarse el genoma de ‘Sultanina’ (o ‘Thompson Seedless’), se creó el primer catálogo de variantes genéticas estructurales de la uva (comparando la uva de mesa con la uva de vino), y se desarrolló una nueva y poderosa herramienta para estudios genómicos en cultivos frutícolas. Con ello se abre la puerta para mejorar la producción, almacenamiento y distribución de este tipo de uva sin pepas, abriendo también la posibilidad de apoyar el desarrollo de nuevas variedades.

Desde una perspectiva económica, la Sultanina es actualmente la segunda variedad de uva de mesa más exportada por Chile, que es además el principal proveedor extranjero de uvas de mesa para países como Estados Unidos y China. Según cifras oficiales, las exportaciones de uva chilena suponen ingresos de más de mil millones de dólares anuales en total, siendo uno de nuestros principales productos de exportación.

El trabajo fue realizado por investigadores del Centro FONDAP de Regulación del Genoma, el Centro de Biotecnología Vegetal de la Universidad Andrés Bello (UNAB), el Centro de Modelamiento Matemático de la Universidad de Chile y del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA); y quienes contaron con el apoyo de CONICYT a través del programa FONDAP, el programa Genoma Chile y los programas de Financiamiento Basal.

Por parte de la U. Andrés Bello participaron el Dr. Ariel Orellana, director del Centro de Biotecnología Vegetal y los investigadores Carol Moraga, Andrea Miyasaka, Claudia Muñoz-Espinoza y Paula Visozo.

Una vez generado el genoma de la uva sultanina, se analizaron todas las cadenas de genes de este genotipo, y se compararon con otro genotipo de vides de vino, emparentado con la variedad Pinot Noir y que sirve de genoma de referencia para la especie. Los investigadores lograron establecer que el genoma de la uva de mesa, se parece en más de un 80% al de la uva de vino; sin embargo, posee diferencias importantes. Es así como se lograron identificar 240 genes nuevos y una serie de variantes estructurales, o grandes diferencias genéticas entre ambos tipos de uva, entre las cuales estarían las responsables de la falta de semillas.

Según Carol Moraga, Ingeniero en Bioinformática e integrante del Centro de Biotecnología Vegetal de la U. Andrés Bello y del CRG, “son muchos los beneficios de conocer el genoma de este especie, ya que permite hacer análisis directo en identificación de genes relacionados con las cualidades propias que caracterizan la uva de mesa y poder potenciarlas a gusto del consumidor, de manera de tratar además problemas con el control de plagas, el crecimiento de la baya, entre otras cosas”.

El liderazgo científico del proyecto estuvo en manos del bioquímico Patricio Hinrichsen del INIA-La Platina, el matemático Alejandro Maass del laboratorio Mathomics en el CMM y CRG de la Universidad de Chile,  y el bioquímico Ariel Orellana del CRG y el Centro de Biotecnología Vegetal de la Universidad Andrés Bello.

El matemático Alejandro Maass agregó que “nuestro interés principal es que este genoma y la colección de variantes que se obtuvo sean lo más públicas posibles para su uso en el mejoramiento de esta especie”.