El director del Instituto de Astrofísica de la Facultad de Ciencias Exactas UNAB, desde sus inicios en la astrofísica, ha participado en proyectos internacionales en los que ha sido acompañado por investigadores que lo apoyaron con su experiencia: “Me inspira devolver la mano en ese sentido”, afirma.

Con ese compromiso como motor, Gómez logró una hazaña: liderar la adjudicación y dirección del proyecto The KMOS VVVX-GalCen Spectroscopic Survey para el Observatorio Europeo Austral (ESO).

Junto a un equipo de 120 investigadores, contará con 140 noches de observación en el cotizado instrumento KMOS del telescopio ESO VLT, ubicado en el desierto de Atacama, que permite observar objetos y regiones poco estudiadas de la Vía Láctea.

Este potente instrumento es altamente demandado, por lo que ESO realiza una minuciosa selección al adjudicar su uso: el tiempo de observación está valorizado en 2 euros por segundo, por lo que el proyecto tendrá un equivalente a 10 millones de euros para investigación durante cinco años. El sondeo dejará un valioso legado de descubrimientos y permitirá a Gómez cumplir uno de sus anhelos: devolver la mano integrando a estudiantes en todas las etapas del proceso.