
El calentamiento global ha provocado que animales, insectos y otros organismos deban migrar. Para sobrevivir, estas especies adaptan rápidamente su morfología y genética. Comprender estos cambios es la inspiración del investigador del Instituto One Health de la Facultad de Ciencias de la Vida UNAB, quien, junto a su equipo en el Laboratorio de Ecología y Morfometría Evolutiva, los estudia en detalle.
Por ejemplo, observan la migración y adaptación de insectos en lugares extremos —como la zona antártica, la subantártica y el altiplano— con el objetivo de promover la protección de estos ambientes y de ciertas especies. También investigan la evolución de plagas de insectos, cuya capacidad de adaptación a los mecanismos de control es tan rápida que pueden propagarse y afectar cultivos agrícolas en extensas áreas como ocurrió con el chinche pintado en Chile en 2017.
En este caso, los análisis aportan evidencia para desarrollar nuevos bioinsecticidas. “La salud animal, humana y ambiental se conectan; mantener el equilibrio es la meta de nuestro trabajo y uno de los pilares del Instituto One Health”, dice el investigador, quien también es parte del Instituto Milenio de Biodiversidad de Ecosistemas Antárticos y Subantárticos y preside la Sociedad Chilena de Evolución.