Primer registro de Ranavirus en Chile: una nueva amenaza para la conservación de los anfibios

*Los resultados de investigación, liderada por el académico de la Facultad de Ecología y Recursos Naturales de la Universidad Andrés Bello, Dr. Claudio Soto Azat, fueron publicados en la revista EcoHealth esta semana (ver artículo aquí). 

*En el informe se explica el rol de la rana africana en la dispersión de enfermedades emergentes y el primer registro de Ranavirus en Chile.

Por Victoria Martínez 

Desde el norte grande hasta la Patagonia, podemos observar distintos ecosistemas, todos altamente valiosos y ricos en diversidad. En cada ecosistema, todos los organismos cumplen una función importante y determinante, por ejemplo, los anfibios son necesarios para la transferencia de energía en las cadenas tróficas, y son los mejores controladores de plagas de insectos que existen en la naturaleza.

En Chile existen 63 especies de anfibios, teniendo la mayoría de ellas un alto endemismo, en lo concreto, más de un 70% de los anfibios presentes en el país, solo es posible encontrarlos en nuestro territorio.

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Xenopus laevis (Rana africana).

Un reciente estudio realizado por el investigador de la Universidad Andrés Bello, Dr. Claudio Soto Azat indica que hoy, los anfibios podrían verse amenazados, ¿la razón? Se ha registrado por primera vez en Chile el Ranavirus, una enfermedad emergente que – junto a la chytridiomicosis- está asociada a la declinación de anfibios en todo el mundo.

Los datos obtenidos por el Dr. Soto, deben preocuparnos ya que la eventual desaparición de anfibios puede generar diversos problemas que, incluso, pueden afectar directamente a las personas. “La fauna silvestre del planeta se encuentra amenazada principalmente por la destrucción de los ambientes naturales. Sin embargo desde las ultimas 2 décadas se ha sumado cada vez con más fuerza el impacto por las enfermedades emergentes” explica el investigador y Director del Centro de Sustentabilidad de la U. Andrés Bello.

Ranavirus y la rana Africana en Chile

La última publicación del Dr. Claudio Soto, postula que la rana Africana, especie introducida en Chile desde la década de 1970, ha contribuido a la dispersión de las dos enfermedades emergentes de anfibios a Chile: la chytridiomicosis y el Ranavirus. La rana Africana (cuyo nombre científico es Xenopus laevis) es uno de los anfibios con mayor distribución en el mundo.

Su popularidad comenzó en la década de los años 1930, época en que se comenzó utilizar a la rana Africana para la detección de gestación temprana en mujeres. La orina de mujeres sospechosas se inyectaba en hembras de rana Africana, y si estas ovulaban a los pocos días el test era considerado positivo. Después, el uso de la rana Africana se masificó como animal de laboratorio en todo el mundo. Es así que de diversas instalaciones de investigación del mundo esta rana ha escapado y si las condiciones ambientales son las propicias, establece poblaciones invasoras.

equipo-de-trabajo-capturando-xenopus-2El estudio UNAB se enfocó en la distribución invasora de la rana Africana en Chile, tomando muestras en la regiones: Metropolitana, V, VII Y VIII (entre los años 2011-2013). “Esto se realizó por que se quería evaluar el rol de esta especie invasora en la epidemiología de las enfermedades emergentes de anfibios” dice el Dr. Soto.

El Ranavirus produce una necrosis multisistémica (muerte de órganos) y un síndrome hemorrágico en los anfibios. Especies de anfibios susceptibles mueren por la enfermedad y liberan el virus al agua, donde puede sobrevivir hasta por meses o años.

Estrategias de conservación

A partir del estudio, se desprenden una serie de interrogantes sobre cómo enfrentar este escenario, en materia de conservación de especies. Al respecto el académico UNAB es enfático al decir que: “Las enfermedades emergentes han sido largamente ignoradas como agentes de declinación y extinción de especies en el mundo. En Chile en particular estas enfermedades no habían sido estudiadas. El saber que está presente, infectando y causando mortalidad de anfibios, es sumamente importante para incorporar esta información en los planes de conservación de las especies amenazadas”.

La investigación encabezada por el Dr. Soto, resulta relevante ya que entrega nuevos antecedentes sobre el estado de conservación de los anfibios en Chile, lo que cual, aparece como un oportunidad para trabajar en coordinación con las autoridades ambientales y de conservación del país.

“Es importante desarrollar estrategias dirigidas a la mitigación de los impactos de las enfermedades emergentes y estrategias para reducir la diseminación de las mismas hacia regiones libres de las enfermedades o poblaciones de especies con altos riesgos de extinción” finaliza el científico.

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