Abejas robóticas ¿las abejas del futuro?

Por Sofía Kahn.

Desde el año 2009, un grupo de investigadores de Harvard y de Northeastern, comenzaron a plantearse cómo podrían lograr crear una abeja robótica que pudiera realizar todas las tareas que le compete a una abeja normal. Varios fueron los obstáculos que debían enfrentar para crear artificialmente un cuerpo, un cerebro y un sistema de comunicación que permitiera que funcionaran como grupo, formando una colmena.

La revista Scientific American publicó en marzo de este año un artículo en donde los principales investigadores explicaron sus avances, complicaciones e ideas para el futuro del proyecto.

Por una parte, lograron crear el primer grupo de RoBobees, cuya estructura se asemeja a la de los insectos. Pero aún no han logrado que el RoboBee pueda volar por sus propios medios, es decir, a través de una batería integrada a su estructura. Están trabajando para que la masa no influya de manera negativa en el vuelo y para que cada parte del cuerpo sea más eficiente.

Otro de los desafíos a los que se han enfrentado es la construcción de un cerebro capaz de mandar señales a las abejas robóticas para que puedan volar, interactuar con otros en una colmena y responder a estímulos y estar conscientes del espacio y del ambiente. Hasta ahora han investigado la posibilidad de utilizar GPS y un sistema de visión electrónica, para crear perspectiva y que las RoboBees puedan situarse en un ambiente tridimensional y sepan hacía donde ir. Pero estos mecanismos necesitan una gran cantidad de energía para funcionar.

Este grupo de investigadores ha progresado en este proyecto y continúan haciéndolo, esperando que en el futuro puedan existir abejas robóticas que sean capaces de volar, de organizarse en grupos y de realizar diversas tareas, que no tengan relación tan sólo con la polinización.

La situación de las abejas a nivel mundial y nacional

En los últimos años, se ha visto en varios países del mundo una masiva e inexplicable desaparición de las abejas. Los científicos norteamericanos denominaron éste fenómeno como Colapso de las Abejas o Colony Collapse Disroder (CCD). Nuestro país también se ha visto afectado por este problema, donde este último año los apicultores de la región del Bío Bío denunciaron que han desaparecido casi un cincuenta por ciento de las abejas del sector.

Para Claudia Salgado, ingeniera agrónoma que trabaja en Piga Seeds (empresa exportadora de productos agrícolas), las abejas son fundamentales para la agricultura, ya que son las encargadas de desplazar el polen de una flor a otro provocando la formación de frutos y semillas. “El día que dejen de existir las abejas a la humanidad no le va a quedar mucho tiempo de vida”

Las causas de la disminución masiva de las abejas son varias, pero Salgado asegura que la enfermedad Nosemosis y el parásito Varroosis han sido los principales responsables. La primera provoca que las abejas nazcan con malformaciones, se debiliten con el tiempo y, finalmente, mueran. El segundo es producido por un ácaro denominado Arroba, el cual se contagia de manera rápida, debilitando rápidamente a las colmenas.

Por otra parte, la industria de los alimentos transgénicos también ha afectado a las abejas. Al permitir el uso indiscriminado de insecticidas y pesticidas, no tan sólo atacan a animales o a plantas perjudiciales, sino que también a los diversos insectos benéficos que se encuentran alrededor del fruto.

Al preguntarle si en el futuro las RoboBees que están diseñando los investigadores de Harvard podrían reemplazar a las abejas, la ingeniera comenta que esto puede ser muy difícil, incluso imposible. “El trabajo de las abejas es muy minucioso y no creo que unas abejas robóticas logren y puedan reemplazar a las normales. Además, sería muy caro construir un gran número de abejas robóticas”.